martes, 15 de noviembre de 2011

Vidas conect@das


Pensando en los distintos formatos escolares, quiero mencionar lo que estoy leyendo en  un libro titulado Vidasconect@das.com,  escrito por  Miguel Balaguer. Voy a compartir algunos fragmentos extraídos y/o basados en lo que he leído en el mismo. 

Todo aquello que escapa a los lugares comunes deviene un problema para el observador poco avezado, como sucede con  la pantalla, la psicología y la educación. Sin desconocer la importancia que la pantalla tiene; se apela a lo que no hay: a la lectura, al libro, al pensamiento lineal, dejando de lado lo que sí aparece, que no siempre encaja dentro de lo deseado y esperado.

Nicholas Negroponte (1995)  plantea la hipótesis de que “nos socializaremos en barrios digitales” Si eso resultara cierto, sería mejor  irnos preparando para poder  entender mejor a nuestros vecinos.
 El mundo material tan incierto, cambiante, ese mundo en permanente riesgo de pérdida de trabajo, familia, está ofreciendo hoy entornos electrónicos de mayor permanencia, digitales, aunque  no siempre virtuales. Los vínculos que se establecen a través de Internet en la inmensa mayoría de los casos resultan indiferenciables de los vínculos dependientes del espacio geográfico, salvo en un segmento muy reducido de la población.


 Aristóteles sostenía que aquellas cosas que tenemos que aprender antes de hacerlas, las aprendemos mejor haciéndolas; sin embargo la realidad educativa está aún bastante lejos de esta premisa. Infinidad de materias, contenidos con poca adecuación a la realidad circundante a todos los niveles, experimentación que ya conoce sus resultados de antemano (Papert, 1996); “escuela ocupada más en la reproducción de lo existente que en la adaptación a los cambios, en la innovación o creación” (Pérez Tornero, 2000:50)

Esto nos lleva a pensar en el futuro de la educación. Como señala Margaux Hemingway, quien dijo: “Mi abuelo quería que yo tuviera una buena educación por eso no me mandó a la escuela
¿Tenía razón Hemingway? ¿Cómo debería ser la escuela? Papert ha  dicho que si un cirujano del siglo pasado  años ingresara a un quirófano hoy,  no sabría qué hacer. Sin embargo, si un maestro  del siglo pasado, ingresara a una escuela, perfectamente la reconoce como escuela.

Villate, en 1999, informa que unos padres residentes en un pueblo de Almería decidieron que su hijo de 7 años  no fuera a la escuela y que estudiara a través de Internet, conectándose a un colegio de Estados Unidoons. La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía denunció el hecho, pero el juez desestimó el caso, después que la fiscalía dio a conocer el informe realizado por un asistente social. En el informe se decía que el niño se encontraba bien atendido por sus padres, que seguían  de cerca su aprendizaje en el ciberespacio, y realizaba una vida normal.

Battro  y Denham, son dos argentinos que también analizaron la posibilidad de una escuela digital, es decir de una escuela sin fronteras, en el libro titulado “La educación digital” (1997). Esto no excluye la posibilidad del encuentro personal, pero el encuentro por el encuentro mismo. Llevada al extremo, esta postura podría hacer realidad la visión de Negroponte (1995)  de seres socializados en “barrios digitales”.

Las posibilidades que abre la educación virtual son, en muchos casos, complementarios a las instancias presenciales. El espacio virtual permite el aprendizaje colaborativo.  La mensajería instantánea permite las relaciones emocionales que favorecen los intercambios.
Los simuladores, tan conocidos por nuestros jóvenes, permiten un entrenamiento que ha resultado más que eficaz en innumerables áreas, entre ellas la medicina o los sistemas de vuelo.
Con mayores posibilidades de acceso sumadas a las simulaciones multisensoriales y la realidad virtual, los alumnos podrán visitar lugares remotos y arriesgados, sitios históricos y realizar viajes por la historia con un profesor-guía-tutor. Las tecnologías de simulación ofrecen posibilidades inéditas de explorar al  mismo tiempo que se aprende.


1 comentario:

  1. EL TRABAJO COLABORATIVO EN EL ESPACIO VIRTUAL NOS DEBE AYUDAR PARA ACORTAR LAS DISTANCIAS REALES...

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